jueves, 26 de febrero de 2009

Cifrado americano


Todos los detalles en el blog de clase de:
Improvisación y Acompañamiento.

Si tenéis alguna duda, podéis plantearla aquí.

viernes, 20 de febrero de 2009

Ejercicios de progresiones

El primero lo haremos en clase, el segundo para el finde.


martes, 17 de febrero de 2009

Sexta napolitana

La triada mayor cuya fundamental es el II grado de la escala rebajado cromáticamente se conoce como sexta napolitana (N o bII6).


Tradicionalmente este acorde del II grado alterado se utiliza en primera inversión, quedando formado con tercera y sexta menores en ambos modos. La nota que forma la sexta debe de estar colocada por encima de la tercera y se duplica la nota del bajo.

Es habitual resolverlo en un 6/4 cadencial aunque también es posible resolver directamente sobre la dominante en estado fundamental. El bajo asciende a la fundamental del V y el resto de las voces descienden.

viernes, 13 de febrero de 2009

Acordes de sobretónica

Cuando realizamos a cuatro voces el Minuet in F de W.A. Mozart nos encontramos con un acorde "raro". El cifrado americano nos obligaba a situar en el bajo una nota ajena al acorde.

Este recurso aparecía en varias ocasiones en la partitura, resolviendo siempre sobre la tónica fundamental, pudiendo ir precedidos del mismo acorde. La función de los acordes que resultaban era de adorno. Precedidos del acorde de tónica, su efecto era de acordes de floreo, y si no, acordes de apoyatura.

Estos acordes se llaman acordes de sobretónica. Los hay de dos tipos, acordes de undécima y de decimotercera.

El acorde de undécima se forma colocando sobre la tónica el acorde de séptima de su propia dominante a quien se le suprime la quinta. Su cifrado es +7.


Los acordes de decimotercera pueden formarse de dos modos:

1) Colocando sobre la tónica el acorde de séptima de su propia sensible del modo mayor o menor, a quien se le suprime la tercera. En el acorde del modo mayor, la sexta ha de estar colocada por encima de la séptima. El acorde del modo mayor se cifra 6/+7 y el menor +7/6.

2) Colocando sobre la tónica el acorde de novena de los modos mayor o menor a quien se le quita la quinta o la séptima. Las notas se colocan en el orden que indica el cifrado: 6/+7/5.

jueves, 12 de febrero de 2009

Tuenti y material gráfico


Actualización del archivo gráfico chaconero aquí, por gentileza de Ana Rocío Lama y su móvil, interceptado por mi persona cuando circulaba alegremente por el tuenti (jijiji).

(¡Gracias Ana!)


miércoles, 11 de febrero de 2009

Progresiones unitónicas

Cuando un diseño melódico se repite sucesivamente, cada vez en distinta altura, se forma una progresión melódica. El diseño inicial constituye el modelo, y sus repeticiones, la progresión en sí. La progresión puede ser en una, varias o todas las voces que constituyen un conjunto. En este último caso se forma una progresión armónica, puesto que se reproducen los acordes y los encadenamientos.


Las progresiones pueden ser unitónicas (o tonales) y modulantes. Las primeras no salen de la tonalidad y las segundas van recorriendo varias. En las unitónicas el modelo se va repitiendo sobre distintos grados de la tonalidad .

La progresión rigurosa es simétrica en todos sus aspectos. Pero se admiten las siguientes irregularidades:

a) Que el intervalo que separe las repeticiones no sea el mismo en todas ellas.
b) Que la acentuación no sea la misma en el modelo y sus repeticiones.
c) Que exista alguna diferencia de realización, si está plenamente justificada y no influye en el conjunto.


Realización

Debe hacerse que el primer acorde de la repetición esté dispuesto exactamente igual que el del modelo (con la misma nota del acorde en cada voz). Y lo mismo debe hacerse, en cada acorde de la repetición con respecto al modelo. La realización del modelo debe ser absolutamente correcta y normal. El paso del último acorde al primero de la repetición conviene también que lo sea.

En el transcurso de la progresión, los acordes pierden su personalidad propia y pasan a ser simples reflejos del acorde correspondiente al modelo. Por ello se aceptan encadenamientos de acordes, duplicaciones y movimientos de las voces prohibidos si obedecen a la reproducción simétrica del modelo. En las repeticiones los grados de la escala pierden su categoría individual, por lo que pueden, sin ningún problema, resultar sensibles duplicadas y no resueltas.

El último acorde de una marcha armónica queda sometido de nuevo a las normas generales de realización , pues recobra su personalidad.

Si la tonalidad del ejercicio está en el modo menor, sólo se utilizará el VII grado como sensible, a no ser que el cifrado así lo indique.

El final de la última repetición puede presentar una realización distinta o variada del modelo según interese.


Os dejo a continuación un vídeo sobre una de las más famosas progesiones unitónicas de la Historia de la Música: El canon de Pachelbel.


martes, 10 de febrero de 2009

Acordes de novena de dominante

Este tipo de acordes de cinco sonidos se forma sobre la dominante de los modos mayor y menor. Se compone de una tercera mayor, de una quinta justa, de una séptima menor y de una novena mayor, en el modo mayor, o de una novena menor, en el modo menor.

El acorde del modo menor puede ser utilizado indistintamente en ambos modos, no sucediendo lo mismo con el acorde del modo mayor, utilizable únicamente en el modo mayor.

Cuando empleemos el acorde de novena de dominante del modo mayor, siempre tendremos en cuenta que la novena deberá estar por encima de la sensible.


Dado que en nuestro estudio de la armonía disponemos sólo de cuatro voces, el acorde de novena tendrá que utilizarse suprimiendo una de sus cinco notas. La quinta será siempre la nota sacrificada, quedando el acorde formado por la fundamental, la tercera, la séptima y la novena.

La resolución de este acorde es como sigue: la nota del bajo, dominante, resuelve en la tónica; la tercera, sensible, asciende a la tónica; la séptima y la novena, disonancias, descienden de grado. El cifrado del acorde en ambos modos es 9/7/+ .

jueves, 5 de febrero de 2009

Serie de sextas

La serie de sextas es una sucesión de acordes en primera inversión cuyas fundamentales se mueven por segundas ascendentes o descendentes. En general, debe ser considerada más como un adorno de la textura de la melodía que como una estructura armónica.

Cuando varias triadas en primera inversión se hallan en sucesión, existe una tendencia de las partes al movimiento directo. En la literatura musical podemos encontrar muchos ejemplos de este tipo de conducción de las voces.


Generalmente se realiza suprimiendo una voz (la soprano o el tenor), y colocando todas las terceras en una misma voz, y todas las sextas en otra voz, de modo que las sextas siempre estén por encima de las terceras. De esta realización resulta un movimiento directo de tres voces.*


Cuando se trata de una serie larga y queremos mantener la simetría con cuatro voces, sólo hay posibilidad de realizarla de una manera:

a) Disponer la 6ª de cada acorde en la soprano, formando movimiento paralelo con el bajo.

b) Disponer la 3ª de cada acorde en la contralto.

c) Asignar al tenor la misión de duplicar en la otra voz alternativamente 6ª y bajo (o 3ª y 6ª), cuidando no duplicar la sensible cuando está en el bajo.


A tener en cuenta:

Para que una sucesión se considere serie de sextas, ésta ha de tener como mínimo cuatro acordes seguidos en primera inversión, teniendo todos la misma duración.

Si la tonalidad del ejercicio está en modo menor, en la serie de sextas no se utiliza el VII grado como sensible, salvo que lo señale el cifrado.


¡Adelante con el siguiente ejercicio!



*En los siglos XV y XVI el paralelismo de triadas en primera inversión se llamaba fabordón.

lunes, 2 de febrero de 2009

Entregas de trabajos

Fechas tope de entrega de los trabajos que tenemos aún pendientes:

Proyecto II - Música y texto: Refranes
Hasta el 6 de febrero

Realización a 4 voces del Minuet in F de Mozart
Hasta el 13 de febrero


Todos aquellos que se llevaron a casa para revisar los trabajos de la primera evaluación y aún no me los han devuelto, ¡por favor, no os olvidéis!

domingo, 1 de febrero de 2009

Notas de adorno (I)

Los adornos son notas que se intercalan entre notas reales con el fin de adornar melódicamente las voces. Según sus características se clasifican en los siguientes grupos: notas de paso, floreos o bordaduras, apoyaturas, elisiones, anticipaciones y retardos.

Notas de paso

Estas notas ajenas al acorde se colocan entre notas reales de distinto nombre, a distancia de segunda mayor o menor, ascendente o descendente, teniendo el mismo o menor valor que las notas reales, nunca mayor.

Se producen por lo general en acento débil de compás o de parte aunque, si la armonía dura dos o más partes, pueden ocupar el acento fuerte. Lo mismo puede ocurrir dentro de una parte de compás en valores breves.


Las notas de paso que son descendentes (con relación a la nota sobre la que resuelven) pertenecen a la tonalidad en la que estemos, y las que son ascendentes pueden presentarse alteradas para colocarlas a distancia de segunda menor de la nota sobre la que resuelven.


El uso de varias notas de paso consecutivas, tanto diatónicas como cromáticas, está permitido.

Las notas de paso pueden utilizarse no solamente entre dos notas reales del mismo acorde, sino también entre las notas reales de dos acordes distintos. También pueden aparecer varias notas simultáneas en las distintas voces de un acorde.


En cuanto a las faltas, no evitan ni las quintas y octavas producidas por nota real, ni las que producen ellas mismas. Está prohibido llegar a unísono por nota de paso.



Floreos o bordaduras

Los floreos son notas extrañas de igual o menor valor, que se intercalan entre notas reales del mismo nombre y sonido, a distancia de segunda mayor o menor, superior o inferior.

Se producen generalmente en acento débil de compás o de parte, aunque si la armonía dura dos o más partes pueden ocupar el acento fuerte.


Puede emplearse el floreo superior seguido del inferior, o viceversa, antes de la nota real sobre la que resuelve. A esto se le denomina doble floreo.

Los floreos superiores pertenecen a la tonalidad en la que se esté, mientras que las inferiores pueden ser alterados del mismo modo que lo eran las notas de paso.


Las notas de floreo, al igual que las de paso, no evitan ningún tipo de faltas. Las producidas por ellas mismas tampoco son permitidas. No puede florearse al unísono.